"OLVIDADOS". DOCUMENTAL.

     

"Olvidados", es un documental que combina aspectos educativos, históricos y sociales del autor con el grupo de alumnos con el que trabajó hace 40 años en Casablanca y que felizmente se han reencontrado.

  María Aurora Rodríguez, profesora de Lengua y Literatura, propone que cualquier alumno de la ESO o Bachillerato de nuestros días debería conocer estas historias. Aquí vería de manera cristalina lo que significan valores como el esfuerzo, el compañerismo, la igualdad, la hospitalidad, la convivencia y la solidaridad. El espectador no se pierde en una maraña de datos y fechas: todo es simple, sencillo, natural.   

  Ángel Leyva, profesor de Historia en enseñanza secundaria, indica que Olvidados es ameno, humano y cercano, con un carácter didáctico intrínseco, es una pieza que pondrá en clase porque demuestra una gran sensibilidad por una población que el estado español abandonó y lo sigue haciendo, muy recomendable para despertar conciencias y abrir un serio debate sobre el problema.

       Bernabé López García, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid, indica que el documental liga tres mundos, el saharaui, el marroquí y el español, a través de seis españoles de nacionalidad, cuatro de ellos saharauis, una marroquí y un español. Todos ellos nos cuentan sus vivencias, sus relaciones, sus indiferencias, sus temores, sus miedos y sus esperanzas. La nostalgia por un mundo nómada perdido casi para siempre, está viva en los hoy españoles, pero también saharauis y que se vieron de la noche a la mañana convertidos en marroquíes o en mauritanos. Pero nostalgia también por un mundo que ellos, en su Sahara natal, recuerdan feliz. Trasplantados a Casablanca, nos cuenta Malika, la marroquí, se les verá con distancia, separados por una barrera, cargados de tristeza, donde a duras penas se les intenta integrar en un ambiente hispano que tampoco lo es, como nos cuenta el español, que no es otro que el actor Pedro Casablanc, que nos describe la Casablanca de entonces como una burbuja en la que los españoles que estudiaban en el Instituto Juan Ramón Jiménez vivían al margen de la realidad marroquí en círculos afrancesados y quizás despolitizados. Todo eso aparece en el documental que termina siendo una reflexión sobre las identidades, moldeadas por el tiempo, forzadas por la historia.

Estas críticas, entre otras, me han animado a difundir el documental entre la comunidad educativa.


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